jueves, 2 de julio de 2009

Ideologizados o apolíticos: límites y paradojas...

Ideologizados o apolíticos: límites y paradojas del documental ecuatoriano actual
Por Pablo Mogrovejo*




Se dice que una de las primeras bajas en
cualquier conflicto por el poder, es la verdad.
Este último año político ha marcado un punto
sin retorno para la sociedad ecuatoriana:
al momento de debatir o de obtener
información, ya no se puede contar con los
medios de comunicación convencionales
y sobre todo con la televisión abierta. Tal
como lo sugiere la editorialista del diario El
Telégrafo, Illonka Tillería: “La investigación
y el análisis se quedaron en las gavetas
guardadas de alguna oficina... Y es que las
noticias dejaron de ser eso, noticias, para
convertirse en un género sin sentido, donde
abundan las conjeturas más que los hechos.

Los medios de comunicación no son cucos,
pero les encanta parecerlo”.
Frente a este vacío informativo, el documental
viene a ser el sustituto ideal y privilegiado para
buena parte de los medios convencionales.

Lo que conlleva una enorme responsabilidad
ética y social, la que se perdió de manera
definitiva entre los medios convencionales.
La responsabilidad es mucho más evidente
para los documentales que abordan temas
con una dimensión política en la historia
reciente, que en el caso ecuatoriano es una
tendencia que ha ido más allá de cualquier
expectativa. Y aún cuando este tipo de
producciones están en pleno crecimiento,
por ahora la responsabilidad ética y social
a veces riñe con la mirada política del
realizador, y en otras ocasiones, debe
confrontar las limitaciones endosadas desde
la misma sociedad ecuatoriana.

Al momento de abordar esta dimensión
histórica, la nueva generación de
documentalistas ecuatorianos generalmente
se coloca en las antípodas del universo
ideológico: O se suscriben inequívocamente
a la izquierda militante, o por lo contrario,
adoptan lo que ellos mismo han dado por
denominar como lo apolítico. ¿Puede
un documentalista, tomar una posición
apolítica frente a un tema histórico? Para
Orlando Pérez, periodista de investigación
y editorialista del diario El Telégrafo, lo
apolítico desde el documental es imposible;
“la posición política de un realizador está en
su mirada frente al mundo, frente a la realidad
y no por ello, ésta debe ser abiertamente
militante por una causa o una ideología”. El
peligro de términos, como lo apolítico, está
en la manera que se auto-legitima como algo
objetivo, neutro imparcial, impoluto y hasta
virginal, y por lo tanto, trata de convertirse
en una mirada fiable frente a la historia. En
cierto momento, lo apolítico, ómás allá de
su fiabilidad objetivaó puede ser todo lo
contrario, hasta puede caer en peligrosos
desequilibrios.

En el caso de Alfaro Vive: del sueño al
caos, de la realizadora Isabel Dávalos es
calificada, por sus propios protagonistas,
como la mirada apolítica a la insurgencia
armada de los años ochenta. Orlando
Pérez cree que el relato de Dávalos: “Pone
el peso en el testimonio de un grupo de
miembros de Alfaro Vive, sobre todo en Juan
Cuvi y en Santiago Kingman, dejando un
vacío en el resto de los participantes más
protagónicos del movimiento”. Para Pérez,
documentales como Alfaro Vive: del sueño
al caos y Taromenani, de Carlos Andrés
Vera, “dejan ver entre sus costuras la falta de
investigación, y el equilibrio lógico entre los
distintos puntos de vista que parten de uno
y otro tema”.

La otra antípoda óla de la ideología militanteó
tiene también sus propias limitaciones. Tal
como en otras cinematografías regionales,
el documental ecuatoriano proviene de
una tradición marcada por la etnografía, la
denuncia y la ideología de izquierda.
Aunque la puesta en escena del documental
actual dista mucho de su referente en
los años setenta y ochenta, un grupo de
realizadores locales tienen una relación

muy cercana con su tradición ideológica.
Yanara Guayasamín es tal vez un ejemplo
emblemático en este aspecto. Es, sin duda,
una de las documentalistas más prestigiosas
del panorama mundial, gracias, sobre todo,
a una impecable e inagotable plasticidad
visual y de montaje. Y al mismo tiempo,
como en Cuba: el valor de la utopía,
Yanara Guayasamín toma una posición
abiertamente defensora del régimen
castrista, y esto, a casi veinte años del fin de
la era moderna, aquella, que precisamente
estuvo caracterizada por el sueño de las
utopías. Otros realizadores contemporáneos
y provenientes de la misma tradición, han
logrado un distanciamiento justo con esos
orígenes ideológicos, sin tampoco recurrir
a una posición apolítica. Con El telón de
azúcar, la documentalista cubana Camila
Guzmán logró una obra mucho más crítica
y enriquecedora sobre esa misma Cuba a la
que mira Yanara Guayasamín, aunque desde
lo formal tuviera más limitaciones que la
realizadora ecuatoriana.

La película de Camila Guzmán, tal vez
pueda dar una respuesta a la paradoja que
surge entre lo ideológico y lo apolítico. La
historia de Guzmán está contada en primera
persona, una primera persona distinta a la
de Dávalos en Alfaro Vive: del sueño al
caos; con El telón de azúcar la realizadora
cubana se asume plenamente como la
protagonista de su relato y además, como
el punto convergente de un momento que
al mismo tiempo es político y personal. El
telón de azúcar sugiere la posibilidad de
una diversidad de estilos y de voces, que en
definitiva buscan una revelación, personal
o social, antes que convertirse en el celoso
recuento documental de un fenómeno
histórico.

Finalmente, la producción documental
ecuatoriana, al igual que la de ficción,
ha heredado algunos vicios propios de la
sociedad ecuatoriana. El más grave de ellos
es la falta de una cultura de la crítica y del
debate. No existen revistas o publicaciones
dedicadas al análisis de las producciones
nacionales de reciente estreno.

El concurso del Consejo Nacional de Cinematografía
tampoco asigna premio alguno a esta área,
vital en la construcción y en la madurez de
un audiovisual local. Los foros virtuales,
como Filmecuador, no han logrado alimentar
la cultura de la argumentación, y tienen
una función más interesada en los aspectos
técnicos o logísticos. La sensación es que
Ecuador no se puede hablar de manera
abierta y honesta sobre sus producciones
locales, sin el siempre presente temor a
soliviantar los ánimos más personales.

Los próximos dos años prometen el estreno
de al menos una decena de documentales en
dónde la mirada política de sus realizadores
está en juego. La diversidad y el espíritu
crítico pueden estar amenazados, y lo están
mucho más en una sociedad que se acerca
más a las antípodas de lo ideologizado y de
lo apolítico, en donde las conjeturas, esta
vez, le pueden ganar a la revelación.


*Realizador audiovisual. Director del
largometraje documental Ecuador vs el resto
del mundo y del corto, En primera plana.

Observatorio de la mirada

Observatorio de la mirada



Este es un espacio dedicado a la fotografía, un espacio para poner en
perspectiva la forma de ver de los fotógrafos locales, de cómo construyen
su mirada de autor y de cómo se acercan al mundo y lo retratan.

En estos tiempos de “postfotografía” y de culto al Photoshop decimos
claramente que no nos interesa mostrar fotomontajes o creaciones
hechas en una computadora, las consideramos como actividades
distintas y más cercanas a los territorios del arte contemporáneo.
Nos interesa más bien mostrar un momento previo: La relación entre el
ojo, el espacio, el tiempo y la búsqueda de los sentidos en la realidad
registrada.

Por eso para nuestros parámetros fotografía es:
Un encuentro entre un tiempo y un espacio
Una huella de la vida creada por la luz
Un hallazgo de sentido en una imagen capturada
Pase y tome asiento, es momento de ver.






Diario de cámara de La Churona

Un documental sobre religiosidad y migración
Por Armando Salazar L.



En agosto de 2007 viajé a Loja con Cristina
Carrillo para rodar imágenes de la procesión
de la Virgen del Cisne, para el documental
La Churona. Un año después, en 2008
volvimos. Aquí algunas impresiones del
rodaje

2007
Ha sido un tiempo de volver a comunicarme
con la imagen documental, de no dejarse
ganar por la liviandad de la cámara mini-dv.
Quiero hacer todos los planos en el trípode
pero al segundo día la placa del trípode se
pierde, furia interna y frustración, hay que
tener más concentración sobre el equipo
y sobre la estabilidad del plano. Entre la
multitud, el pulso debe hacerse presente.

Hicimos algunas tomas en la peregrinación,
caminamos junto a los devotos, hicimos un
par de entrevistas en el parque y fue como
un primer acercamiento al tema. Una
imagen vuelve con fuerza del material de
ese año: una mujer indígena que canta junto
a una grabadora en el parque de Catamayo
y que baila con un vagabundo; se forma una
pareja inusual y la cámara va de un plano de
ella a un plano de los dos, la composición
no necesita nada más: un personaje a cada
lado del cuadro y en el medio y al fondo,
la gente que les ve.

Otra imagen: un cura
bautiza un carro en el santuario de El Cisne:
la cámara le sigue y no muestra hasta el final
el objetivo del agua bendita: el motor y el
radiador. La última: damos vueltas alrededor
del pueblo hasta encontrar un tiro de cámara
que muestre la inmensidad de La Basílicarodeada de míseras casuchas de páramo:
el poder de la iglesia, en voz alta, haciendo
sentir su presencia.

2008

El Cisne - Sábado 16
A las 19:00 estamos en El Cisne. Es el día
anterior al inicio de la peregrinación.
La virgen sale a las 7:00 rumbo a Loja y
llegará el miércoles 20. Parece que hay
menos gente que el año pasado o será
simplemente que el lugar ya es conocido y
me impresiona un poco menos. La iglesia
sigue siendo imponente y las ventas de la
imagen de la virgen confundida con collares
y muñecos de Barney son cultura viva frente
al estatismo de la mole de La Basílica. “El
foto fija” no está hoy y hago fotos de la
gente rezando. Los rostros son impactantes:
pobreza y fe juntas, el caldo de cultivo de la
iglesia latinoamericana. La luz de las velas
en rostros de niños siempre será una imagen
bella.
A las 20:00 la Policía Nacional se
forma, se organiza y empieza el operativo
de control de la peregrinación. Con la
cámara de video me acerco al capitán y
le incomodo con la cercanía, pero no se
molesta abiertamente, pienso en William
Klein cuando dice que en el fondo a todo
el mundo le gusta ser fotografiado, lo que
siempre impide la creación de la imagen es
la timidez del fotógrafo. Primera prueba con
Arsenio Cadena, el sonidista, quien tiene
más “juguetes” para el rodaje que yo. Sólo
un par de sombras del boom no le quitan
intensidad y seriedad al, a veces ridículo,
momento marcial: fila enorme de policías
dispuestos a cumplir el deber.

Carretera - Domingo 17

A las 5:00 salimos de Catamayo al Cisne
para rodar imágenes con Jonathan, un joven
que va a migrar a España. La eficiencia
policial no es tal y una congestión brutal
nos corta el paso, no podemos llegar al
Cisne y recibimos a la peregrinación como
a las 10:00 en una hacienda donde se hace
la primera parada. Pasamos la mañana
entrevistando a caminantes con el gran
angular en la cámara, ellos caminan y yo
también camino pero de espaldas. La imagen
se ve interesante, tiene dinámica y tensión,el personaje va en el centro y a los lados se
ve el filo del camino, las ventas de comida
y el monte. Nuestro joven migrante aparece
y hacemos un intento de entrevista pero el
testimonio es parco, muy joven, muy tímido,
no sé. El registro no es interesante. Subimos
con Cristina a una loma para hacer un plano
general y el paisaje conmueve mientras las
espinas molestan. Hacer foto documental
y video o cine documental no es lo mismo
aunque tienen su parecido. En la foto el
tema es el instante, uno puede desaparecer.
En el cine no, la presencia es casi imposible
de ocultar y sólo la constante permanencia
hace posible la desaparición. Una cámara
de video es siempre un aparato que genera
interés, no verla es casi imposible.

Catamayo - Lunes 18

Secuencia interesante con tono azulado que
se va calentando mientras avanza el día. La
cámara está fija y la casa está “bacán”, al
fondo del cuadro, un gallo entra y le da un
toque no previsto, espero que no se convierta
en una toma típica, folclórica, no sé. Los
personajes tienen su carisma, nos hacen
que les sigamos con la cámara cuando van
a encontrarse con la Virgen que ahora está
en otra hacienda, ya cerca de Catamayo,
este debe ser el sitio más “aniñado” de la
peregrinación: clase alta, altísima, abriendo
las puertas a la gente. Hay, como siempre,
muchos curas codeándose con el dinero.
Pero la idolatría sobrepasa a la misa en sí
y la gente necesita tocar la imagen, no les
interesa el sermón. Nuestros personajes
desaparecen en la multitud y tenemos que
caminar detrás de un carro con unos parlantes
estruendosos que transmiten los rezos del
rosario sumados de reclamos al presidente.
Llegamos a Catamayo y la Virgen llega con
honores de la Policía: toque de silencio e
Himno Nacional. Nos encontramos con Fer
Restrepo, quien también le anda grabando
a La Churona.

Hacemos un plano que se
nos quedó colgado el año pasado, junto a
otro que vamos a repetir en El Cisne: una
subjetiva desde el carro que descubre al
santuario. Sale bien, el auto va a “10 por
hora” y la cámara no tiembla. El chofer va a
poner una vela y le convertimos en personaje
del documental. Último plano del día, Don
Jaime, el chofer, maneja en contraluz con la
imagen expuesta al exterior del carro y él
con un perfilado de luz en el rostro, se ve
bien, nos cuenta su devoción, la luz se va
y yo me quedo con la imagen de un rosario
colgando del retrovisor con la carretera al
fondo. Vamos rumbo a Loja.

Loja - Martes 19

Vamos en busca de la abuela de Jonathan. Su
madre se fue hace 7 años a España y él vive
con ella, en una casita al final del camino
en las afueras de la ciudad, dónde sólo se
oyen ladridos y gallinas, no hay ciudad, sólo
campo y pobreza. En vivo, vemos por qué la
gente migra, aquí no hay futuro. Territorio
idóneo para la foto lastimera del mundo
marginal pero por ahí no es: La luz rebota
en la tierra y dibuja con suavidad el rostro
de los abuelos que nos reciben afuera de la
casa en un banco de madera y en sus piernas
álbumes de fotos de todos los que no están y
de los que ya mismo se van, como Jonathan.

El color del campo, la tierra y los rostros de
gente mayor se unen y me acuerdo de las
fotos de los años 30, de Walker Evans.
Mi cuadro no se parece a esas imágenes
pero siento que retrato un mundo similar,
el tema es ético no estético. Terminamos
la jornada con el planísimo general de la
casita en medio de las montañas: un mundo
de soledad, pobreza y belleza a la vez. La
mañana se nos va, pensando en lo que hemos
visto/vivido. En la tarde buscamos casas en
las afueras de Loja que estén hechas con
plata de la migración: arquitectura extrema
en medio del campo, ventanas redondas,
colores estridentes, dos pisos; mezcla actual
del momento en que vivimos, un momento
difícil de comprender: unos paisaje urbano/
rurales que no resisten ningún análisis
lógico. “El nuestro es el mundo del caos”
decía Glauber Rocha, la lógica es para el
norte.

En la tarde vamos a la casa de la
familia de Rubén Torres, pana cineasta de
Loja, en donde todos están reunidos para
hacer arreglos de flores para la llegada de
la Virgen, nos reciben con cariño, pongo el
angular en la cámara y compongo planos de
varios personajes interactuando. Tomamos
café pasado (por fin) y terminamos por hoy.
Mañana llega La Churona a Loja.

Loja - Miércoles 20
Último día de rodaje en Loja. Rodamos
un almuerzo donde un curita monopoliza
la conversación y no deja hablar a nadie,
puro improperio y ningún plano interesante.
Cuando uno no tiene afinidad con el
personaje es muy difícil hacer un plano
que le haga justicia. Salimos corriendo a
la entrada de la ciudad a ver la llegada de
la virgen. Son las 16:00, llueve y hacemos
el plano: Un río de gente y un paneo lento
descriptivo que trata de contar la relación
entre los devotos y la imagen.

En la noche,a las 19:00 la Virgen llega a la Catedral.
Fer Restrepo me da un espacio en la tarima
frente a la Catedral y oyéndole al curita dar
un sermón/discurso me dice: solo le falta
decir “vote no”. Por suerte hay luces de
colores y fuegos artificiales y hay algunaQuito -Viernes 22
Vamos a una fábrica de santos e imágenes
en una calle en la Villaflora. El sitio es
impresionante. Aquí se hicieron las réplicas
de La Churona original hace unos diez
años, la que está en Madrid salió de aquí.
Moldes, yeso, barro, fibra de vidrio y un
sinnúmero de Divinos Niños y Vírgenes
de todos los tamaños y actitudes. Para
la cámara el espacio es un placer. El gran
angular me permite componer con objetos
en primer plano y con fondos diversos, hago
un paneo descriptivo sobre las vírgenes,
rostros humanos intensos que te miran. Una
imagen de imágenes.
Quito - Lunes 25
Aeropuerto Mariscal Sucre. Rodamos una
secuencia montada: actriz, puesta en escena,
ensayo, control de extras. El tono es azul, el
aeropuerto se deja ver frío, es el punto de
partida de la migrante cargando la imagen
de La Churona. Fin del rodaje, faltan tomas
en Madrid pero esas no me tocan a mi.

Epílogo

Rodar La Churona fue un placer como todo
hecho cinematográfico de autor lo es para
mí. La cámara documental siempre es un
proceso, un descubrir, un estar alerta. En
este documental la cámara ha sido un
instrumento de revelación de los pormenores
de la fe, del papel macabro de la Iglesia en
su relación con la pobreza, de la falta de
horizonte para la gente que migra, de ver ese
otro Ecuador; pero sobre todo, verse a uno
como lector de la realidad, como ojo crítico,
como documentalista en fin.

Pulso del celuloide criollo


OCTUBRE 2008

Hace casi un año que no chismeábamos
en estos formatos. Pero esto es noticia
confirmada, nada de materia olvidada como
en el inolvidable tema de Héctor Lavoe, no:
es chisme y también materia informativa
seria. Algunos de estos asuntos ya tienen
sus meses: así mismo han sabido ser los
“procesos de creación y de producción” en
el cine, más aun en el cine criollo, hecho a
pulso. El pulso es uno de los signos vitales
más decidores de la salud del paciente, y si
por paciente entendemos al cine local, el
muertito está gozando de muy buena salud.
Con el pulso acelerado anda.
Fondo de fomento cinematográfico.

Vaya para empezar una cuña publicitaria:
a la segunda convocatoria del Consejo
Nacional de Cinematografía se presentaron
209 proyectos. Se entregará más de medio
millón de dólares, en ocho categorías. Para
la producción largometraje de ficción se
destinarán $180 mil; para producción de
largometraje documental $75 mil y otros
montos para producción de cortometrajes,
formación y capacitación, post-producción
de largometrajes, distribución y exhibición.

También se financiará la organización de
festivales y muestras, escritura de guiones
y desarrollo de proyectos. Resultados ya
mismito, a fines de octubre. Por segundo
año, se demuestra que sí se puede gestionar
de modo coherente los fondos de fomento
a la producción, que sí se puede en cultura
superar el clientelismo y la discrecionalidad.

Otras formas de arte están inspirándose en
lo que los cineastas lograron con Ley y con
Consejo: los teatreros y artistas escénicos se
andan reuniendo para hacer algo parecido…
inspírense nomás compañeros, copien lo que
les pueda ser útil, y ojalá lo logren pronto.
Largos que la gente ya quiere ver

Y vamos a los chismes menos institucionales,
más sabrosos... El Mateo Herrera, uno de los
cineastas más outsiders y más productivos
de esta república en proceso de reinvención,
tiene terminado su tercer largo de ficción,
Impulso. Está en video, en proceso de blowupeado
a 35mm made in Quito por manos
ecuatorianas y belgas. Parece que será
estrenado en los primeros meses del 2009.
Lo protagoniza Cecila Vallejo, de Qué tan
lejos.

Daniel Dávila, otro outsider, emigrado a
Hollywood hace años, de quien el primer
Cero Latitud mostró el corto Las cosas caen,
se cae ahora con un largometraje gringo
en el que actúa Octavio Gómez, actor de
origen nicaraguense que nos visitó hace dos
años con Chocking Man, y con el veterano
Martin Landau. Harrison Montgomery es
una fábula sobre el dinero y los valores en la
sociedad contemporánea.

Sebastián Cordero ha dirigido nada menos
que a Iciar Bollaín (actriz y directora
española), a Leonor Watling que ya estuvo
en Crónicas, y a Concha Velasco (creemos
que nada tiene que ver con los Velasco
de aquí, ni con los Juanfernandos ni con
los Josemarías, peor con los Pacos, pero
un equipo investigador del Pulso se va a
poner a averiguar porsiaca) en su tercer
largometraje Rabia. Adaptación de una
novela del argentino Sergio Bizzio, está en
plena edición y piensa poderla mostrar a
fines de este año... No contento con eso,
prepara el rodaje de otro largometraje, casa
adentro esta vez: El pescador, en cuyo guión
colaboró Juan Fernando Andrade.

Y como para que todo quede en familia, su
hermana Viviana Cordero tiene terminado
su segundo largometraje personal, después
de Un titán en el ring, tercero contando su
codirección con Juan Esteban en Sensaciones.
Esta nueva obra se llama Retazos de vida y
está transfiriéndose a 35mm en Buenos Aires.

La producción estuvo a cargo de Daniela
Creamer y las locaciones principales de esta
cinta que se desarrolla en el ambiente del
modelaje fueron en Guayaquil. La podremos
ver en las salas comerciales del país entero
en noviembre.

Del un extremo al otro del espectro
estilístico y temático saltamos, de las top
models a la Mama Negra. Blak Mama es
un largometraje bastante experimental, un
buen vuelo barroco-andino-postmoderno
cocinado a fuego lento por Miguel Alvear y
Patricio Andrade… que está dotándose de
los últimos detallitos y detallazos en manos
de Amaia Merino, actriz de Esas no son
penas y editora de esta y varias pelis. Blak
Mama será estrenado en abril del 2009, fue
el ganador del Premio Augusto San Miguel
de este año en la categoría ficción y pueden
leer en este mismo número una entrevista
con Miguel Alvear…

Proyectos en producción

Y a propósito de Amaia Merino, Esas no son
penas, sus directores Anahí Hoenesein y
Daniel Andrade tienen lista una versión del
guión de su nueva película, Tres. Es la historia
de un grupo de amigos con adolescencia
quiteña y problemas continentales. La
amistad adolescente (y esto no es patrimonio
quiteño) se choca a veces con las familias
y los prejuicios, con las posturas políticas,
con las fidelidades, las lealtades y el paso
del tiempo...

Tres mujeres en cambio son el tema de
Néctar de lo impropio, un largometraje de
ficción de Jhonny Gómez con un elenco
femenino muy numeroso e impresionante
con, entre otras, Toty Rodríguez y Ana
María Balarezo, quien también se encargó
de la producción ejecutiva. Tres mujeres
con problemas de dependencia, internadas
en un centro de rehabilitación en el que
establecen una relación compleja con un
personaje misterioso...

Alex Schlenker, que anteriormente nos
sorprendió con un largo experimental muy
bien armado, El Duelo, está editando su
largometraje documental Chigualeros, sobre
la legendaria banda salsera esmeraldeña.
La situación que desarrolla el documental
es interesantísima: un grupo de creadores
enfrentados a las promesas de un supuesto
productor gringo, esperanzados en que a
través del disco que grabarán se convertirán
en los Buenavista Social Club del Pacífico…

Este pobre esgrimista colombo-alemán
ecuatorianizado está solo entre las mujeres,
pues para seguir con el documental toca
enlistar a unas cuantas realizadoras: sépase
que Gabriela Calvache tiene casi listo su
documental Labranza oculta, pero tuvo
que dejar las cosas pendientes para otro
parto, un verdadero parto: el de su hermosa
Naomi; mientras María Fernanda Restrepo
ya inició la producción de Con mi corazón
en Yambo, Carla Valencia la de Abuelos,
Cristina Carrillo se está volviendo devota
de la churona filmando su documental de
éste y el otro lado del charco, y Julia Pessis
se encerró en el hospital psiquiátrico San
Lázaro... a filmar un documental.

Seguimos en el documental, pero volvemos
a la categoría masculina (unos más culinos
que otros): Juan Martín Cueva prepara
estreno de su documental Este maldito país,
Manolo Sarmiento arrancó la producción
de La muerte de Jaime Roldós y Pablo
Mogrovejo ha sido seleccionado con su
proyecto Canciones para la hija de Darwin
para ir a un taller documental en México.

Y para cerrar con broche de oro el tema del
documental ecuatoriano, dos excelentes
noticias: Cuba, el valor de una utopía
de Yanara Guayasamín (Fotografía y
producción de Olivier Auverlau, montaje
de Carla Valencia) acaba de ser proyectada
en Selección Oficial del 27 Internacional
de Cine de Vancouver, en Canadá. La otra
es que el documental Baltazar Ushka, el
tiempo congelado, de Igor Guayasamín y
José Antonio Guayasamín fue seleccionada
para el Concurso Internacional del
festival Docúpolis en Barcelona, España,
para competir en la categoría de Mejor
Cortometraje. Compite con obras de Canadá,
Bélgica, Alemania, España, Italia, Rusia y
Polonia.

Los hermanos Coen, los hermanos Dardenne,
los hermanos Lumière... casi nos olvidamos
de los hermanos Burbano: Los Quijotes
Negros de Sandino Burbano ya cabalgan
hacia las salas de cine, mientras Big Bang de
Wilson Burbano, se produce discretamente.

En el largo de Sandino la fotografía estuvo
a cargo de Germán Valverde y el sonido en
manos de Arsenio Cadena. Ambos tuvieron el
apoyo del Ministerio de Cultura… prolíficos,
extravagantes y discretos esmeraldeños.

David Nieto que ha hecho varios
cortometrajes y actuó en Cuando me toque
a mí, filmó un demo de su largometraje La
llamada, en el que va a actuar la directora
de Esas no son penas, Anahi Hoeneisen.
El guión está listo y se está armando el
financiamiento. Mientras tanto, Fabián
Gallardo (no el narrador del fútbol sino un
homónimo) empezó a filmar en Quito su
largometraje La libertad. Se hará el rodaje
en video HD pero se prevé un “inflado” a
35 milímetros… En Manabí, Carlos Quinto
Cedeño tiene terminado su largometraje
Barahunda en la Montaña y en esas mismas
tierras su paisano Javier Andrade (Quimbolito
es su apodo o nombre artístico, no el nombre
de su guión) va a filmar su ópera prima
que produce la mismísima productora de
Prometeo deportado, Oderay Game.

Precaución: hombres escribiendo

Varios otros guiones están en diversas etapas:
Rodrigo Cunalata tiene listo Con el perdón
de Dios, Alfredo León avanza con Mono con
gallinas, Mauricio Samaniego dejó en paz a
su isla y mejor está empujando un nuevo
guión, cuya trama tiene que ver con las
familias... En el manso Guayas, mansamente
sigue trabajando Andrés Crespo su Perro
amarillo. Mientras se queman las pestañas
por las noches, moldeando sus guiones de
largometraje, Iván Mora (no sabemos si
podrá darse el lujo del tiempo de escritura
mientras edita Prometeo deportado, de
Fernando Mieles, quien tiene el don de la
ubicuidad, pues mientras edita su largo en
Quito filma un documental en Guayaquil),
Arturo Yépez escribe y reescribe su proyecto
de largo, Víctor Arregui redondea el guión
de El facilitador mientras Cuando me toque
a mí está en salas en Guayaquil, Carlos
Andrés Vera tiene ya adaptada Atacames
Tonic, novela de Esteban Michelena, Juan
Martín Cueva amenaza con pasarse a
la ficción con Harina de otro costal y,
mientras Juan Sebastián Jácome va a rodar
El jardín de los vivos y muchos, muchos más
escriben, preproducen, castean, locacionan,
presupuestan y calientan motores.

El proyecto A tus espaldas de Roberto
Aguirre y Tito Jara ha sido seleccionado por
Ibermedia para participar en el III Seminario
Internacional de Producción Creativa y
Edición de Guión, que se realiza en Chile
por estos días. Nos quedamos con las
ganas de contar chismes de la estadía de
nuestros héroes en Santiago, porque sería
pura especulación y somos un espacio serio
de información... en los próximos pulsos
estaremos informando de éste y varios
viajes: México acaba de vivir el I Congreso
de la Cultura Iberoamericana dedicado
al cine y audiovisual, que contó con la
participación de profesionales del sector
de todos los países. Ecuador mandó una
selección digna de la Tri: Gabriela Alemán,
Tania Hermida, Camilo Luzuriaga, Manolo
Sarmiento, Alfredo Mora y Fernando Mieles,
junto con el ministro de cultura Galo Mora,
Ramiro Noriega (viceministro y, en lo que
nos concierne, actor en Esas no son penas
y en Cuando me toque a mí), y Jorge Luis
Serrano, director Ejecutivo del CNCINE.

Programación para todos los gustos

Y como si todas estas producciones y
proyectos de películas fueran poco, el
cine de todas las latitudes ha invadido los
circuitos alternativos de exhibición en Quito,
Guayaquil y otras ciudades. Muestras de
cine catalán, chileno, uruguayo, argentino,
español, muestra de las producciones
financiadas por Ibermedia, muestra de cine
francés, muestra de cine GLBT, sin contar con
los ya establecidos EDOC, que estrenaron
más de una decena de cortos y largometrajes
documentales ecuatorianos, y recientemente
en quinto festival Cine en la Calle que mostró
no solo cortos en formatos “tradicionales”
sino también producciones hechas con
teléfonos celulares o cámara fotográfica. El
Festival de Artes al Aire Libre premió al corto
Si es que quieres del manabita Roberto
Merchán (cinco minutos de cine silente y
comedia, sobre la prevención del SIDA) y
en estos días realiza un nuevo concurso de
cortometrajes en su novena edición.

...y por todos lados
No solo las ciudades han sido escenarios

Cine, Derecho de autor y gestión

Por Eva García Carrión*

Los notables avances vividos en el túnel
del tiempo trazado en la cinematografía
ecuatoriana entre Augusto San Miguel y
Sebastián Cordero, Tania Hermida y otros
talentosos ecuatorianos del siglo XXI, es una
muestra admirable de la lucha convencida
para ser y vivir como creador y gestor de la
obra cinematográfica.

Esa lucha y sus admirables resultados
constituirían una semilla infértil en perjuicio
de futuras generaciones, si no fuera por
dos realidades a resaltar: la primera, que
el Ecuador hoy cuenta con un Ministerio
de Cultura que está decidido a rescatar y
fomentar a talentos y creadores intelectuales
y, la segunda, que el sistema protectivo
de Derecho de Autor contemplado en la
legislación ecuatoriana y en la normativa
comunitaria, se encarga de precautelar
los derechos que surgen a partir de la
encantadora creación cinematográfica, “la
obra”, a favor de autores y titulares.

El Cine y el Derecho de Autor se nutren y
benefician de la gestión colectiva, sistema
que por un lado, permite al autor o titular
dedicarse por entero a lo suyo, a la creación
de la obra audiovisual, dejando en manos
de una sociedad especializada, la gestión
de sus derechos; y, por otro, permite a los
usuarios el acceso ágil a los contenidos, para
un uso legal y respetuoso de los derechos de
propiedad intelectual. Ecuador no es ajeno a
este sistema, a partir de la promulgación de
la Ley de Propiedad Intelectual, la Dirección
Nacional de Derecho de Autor autorizó
el funcionamiento de dos sociedades de
gestión para el género cinematográfico, una
para autores y otra para productores (Asocine
y Egeda).

El Derecho de Autor solo sirve si hay obras.
Las obras solo existen si hay creadores. Los
creadores solo existen y subsisten si hay
fomento y protección.


*Directora Nacional de Derecho de Autor y
Derechos Conexos del Instituto Ecuatoriano
de la Propiedad Intelectual IEPI.